La zona euro sigue en recesión, pero en comparación con el
último trimestre de 2012 la situación económica ha mejorado ligeramente. Algo
percibido en general por todos los europeos, y en particular, por los
consumidores de Alemania, Italia, Austria, Bulgaria y Reino Unido que confían
algo más en una próxima recuperación económica. Estos son los resultados del
estudio GfK Clima de Consumo para Europa, que proporciona una visión general de
la evolución de las expectativas económicas, de ingresos y la disposición a
comprar entre los consumidores de 12 países europeos.
El elemento dominante de los debates en la Unión Europea
(UE) en el segundo trimestre de 2013 siguió siendo la crisis. Éstos se centran
cada vez más en cómo se pueden reducir las inmensas cantidades de deuda
acumulada. En este sentido, ha habido hasta ahora dos opiniones bastante
diferentes e irreconciliables. Por un lado, Alemania y otros países del norte
de Europa arguyen a favor de continuar una vía de austeridad estricta y
mantener el rumbo hacia la consolidación. Por otra parte, los países de Europa
del sur y el Fondo Monetario Internacional (FMI) insisten en que, en lugar de
recortes, deben proporcionarse incentivos económicos a corto plazo. En su
opinión, para que un país pueda pagar sus deudas y hacer frente a las medidas
estructurales, primero debe tomar impulso de modo que sus ciudadanos puedan
encontrar empleo y ganar dinero. En la actualidad, parece que el resultado será
una combinación de las dos vías.
Mientras tanto, la realidad es que ahora hay mayores
esperanzas en toda Europa de que la crisis financiera llegue a su fin a medio
plazo. El Banco Central Europeo (BCE) también ve signos de una mejoría gradual
a partir del final del año, pero todavía no pronostica una verdadera
recuperación.
Expectativas económicas: los italianos, los más optimistas
Italia es junto con Alemania el país donde el indicador de
expectativas económicas se sitúa en valores positivos. Otros países como Reino
Unido o España también se encuentran más esperanzados que en meses anteriores.
Por el contrario, Francia, Grecia y Portugal muestran los valores más sombríos
de toda la región analizada.
En el caso de España, los consumidores están cultivando la
esperanza de que la economía se esté recuperando, y los esfuerzos rigurosos
para ahorrar finalmente están repercutiendo en unos efectos duraderos. El
indicador se encuentra actualmente en -24 puntos, que es el valor más alto
desde febrero de 2012.
Ya desde hace meses, las reformas de España y los esfuerzos
de austeridad han sido elogiados por la troika, que comprende la Comunidad
Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Sin
embargo la recesión aún no ha sido superada. Después de registrar -1,4 % en
2012, se espera de nuevo que el PIB del país caiga este año en torno al 1,5 %.
La deuda sigue aumentando y el gobierno debe continuar con su férrea política
de ahorro. El verano trae consigo puestos de trabajo en la industria del
turismo. Si bien el desempleo se encuentra en un valor récord de alrededor de
27%, el número de inscritos como desempleados en mayo fue más bajo de lo
esperado. El conjunto de España prevé que una buena temporada turística ayudará
al país a abrirse camino para alejarse un poco más de la recesión económica.
En Italia, el indicador de expectativas económicas se
incrementó notablemente hasta los 9 puntos. En mayo, todavía era de -32 puntos.
No obstante, las principales razones para esta mejora radican en una serie de
cambios en la metodología de la encuesta, por lo que no es posible realmente
comparar los datos actuales con los anteriores. Aun así, no debe descartarse
por completo que los italianos hayan encontrado razones para la esperanza. El
nuevo gobierno ha anunciado recientemente el abandono de la senda de la
austeridad estricta y no tiene intención de introducir aumentos de impuestos ni
más recortes este año. Los italianos esperan que esto facilite suficiente
estímulo a la economía para que el país pueda salir de la recesión,
especialmente porque de hecho las reformas iniciadas ya han mejorado muchas de
las condiciones generales.
El caso contrario es Francia, que sigue luchando contra la
crisis y antes de que su economía vuelva al crecimiento tendrá que soportar
duras reformas. En consecuencia, el país también registró las expectativas
económicas más bajas, cuyo indicador marca -49 puntos. El nivel de pesimismo es
similar entre los consumidores de Portugal (-43 puntos) y Grecia (-34 puntos).
Expectativas de ingresos: Sin mejoras importantes a la vista
En la mayoría de los países, las expectativas de ingresos de
los consumidores se han estabilizado, pero se mantienen en un nivel
relativamente bajo. Tras una pequeña caída en marzo, las expectativas de
ingresos mejoraron de nuevo en Alemania.
Sólo Francia sigue registrando un deterioro constante. Los
consumidores franceses prevén las mayores pérdidas de ingresos dando como
resultado el valor del indicador más bajo de Europa, ubicado en -57 puntos. En
España se situó en -31 puntos, en valores similares a los obtenidos desde
comienzos de año.
Disposición a comprar: se mantiene el control generalizado
En la mayoría de países europeos, los ciudadanos siguen
viéndose obligados a ejercer un estricto control de su dinero y presupuesto.
Los alemanes (37 puntos), los austríacos (12 puntos) y los búlgaros (3 puntos)
se muestran bastante dispuestos a gastar.
Por el contrario, los consumidores se centran en ahorrar
radicalmente en Italia (-49 puntos), Portugal (-43 puntos) y Francia (-42
puntos). En España aunque el indicador también se sitúa en valores negativos
con -26 puntos, se muestra bastante mejor que los países de su entorno en
cuanto a contracción del gasto, al tiempo que mantiene la misma tendencia de
los últimos meses.
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